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lunes, 6 de agosto de 2012

LA IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO


La importancia de conocer esta doctrina radica en la forma y propósito en que sucederá este evento próximo. La Segunda Venida de Cristo es inminente, y se encuentra dentro de las profecías más importantes del Antiguo y Nuevo Testamento.
Si pudiéramos evaluar su importancia “por la frecuencia de la referencia al mismo, la Segunda Venida de Cristo, sería en verdad un tema de primera importancia”.[1]
“La Segunda Venida de Cristo es mencionada más de 300 veces en el Nuevo Testamento”[2], eso significa una vez cada veinticinco versículos. Solamente en las epístolas de Pablo hay más de cincuenta referencias al segundo advenimiento[3]. Jesús mismo describe su segunda venida y exhorta a sus seguidores a que estén alertas y no se descuiden, estando siempre vigilantes en espera de este evento intrínseco. Libros (I y II Tesalonicenses) y capítulos enteros (Mateo 24, 25; Marcos 13; Lucas 21), centran su atención en este punto. “En cinco pasajes del Nuevo Testamento se dice que la postura del creyente debe ser la de esperar la venida del Señor”[4] (1 Ts. 1:9-10; Rm. 8:23-25; 1 Co. 1:7; Gál. 5:5; Stg, 5:7).
“La esperanza de la Segunda Venida de Cristo provee la motivación para una vida cristiana práctica”[5]:

Para amor fraternal
1 Tesalonicenses 3:12-13
Para santidad
Romanos 13:12-14; 1 Tesalonicenses 3:13, 5:23; 1 Juan 3:3; Tito 2:11-13
Para congregarse con fidelidad para la adoración
Hebreos 10:25
Para fidelidad en el servicio cristiano
1 Timoteo 4:13-16; 2 Timoteo 4:1-2; 1 Pedro 5:2-4
Para una continua pasión por las almas
1 Tesalonicenses 1:9-10, 2:11-20
Para consolidación en tiempo de aflicción
1 Tesalonicenses 4:14-18


[1] Guy p. Duffield y Nathaniel M. Van Cleave. Fundamentos de Teología Pentecostal. Segunda Edición en Español 2002 Colombia. Editorial Desafío. Pp. 321.
[2] IBID.
[3] Es otra forma de conocer la doctrina de la SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.
[4] IBID.
[5] IBID.

sábado, 4 de agosto de 2012

DESPUÉS DEL PERÍODO DE PAZ VIENE LA PERSECUSIÓN


PERÍODO DE PERSECUCIÓN. 
Después de esta serie de eventos desafortunados para Israel, el cuerno pequeño, verá una oportunidad para poder tomar el control y declararse el gobernador mundial, un dictador que será causante de muchas catástrofes. En una noche se apodera del control político, económico y religioso del mundo. Se proclama a sí mismo gobernador sobre toda raza, lengua y nación (Apocalipsis 13:7), y Daniel predice que devorará toda la tierra, la «trillará y despedazará» (Daniel 7:23). Igualmente se apodera del poder económico de todo el mundo y nadie puede comprar o vender sin su autorización (Apocalipsis 13:16-17).
Es precisamente en este momento que empieza la conocida “Gran Tribulación” (Daniel 12:1; Mateo 24:21; Apocalipsis 7:14). En Jeremías lo describe como el tiempo de la angustia de Jacob. Será un tiempo de angustia sin precedentes para Israel, y millares de judíos serán masacrados (Zacarías 13:8). El templo mismo será profanado y pondrán un ídolo del gobernador mundial en él (Apocalipsis 13:15), y a veces el mismo gobernador se sentará en el templo para ser adorado (2Tesalonicenses 2:4). Esta es la abominación de desolación descrita en conexión con la cesación de los sacrificios. El gobernador mundial también se presentará a sí mismo como un dios y exigirá que todos le tributen adoración, a quienes no obedezcan este decreto, sufrirán la  pena de muerte (Apocalipsis 13:8; 13:15).
Este período final comenzará a mediados de los siete años originalmente pactados y, en consecuencia, durará cuarenta y dos meses (Apocalipsis 11:2; 13:5; véanse Daniel 7:25; 9:27; 12:11-12).
Luego de estos acontecimientos que devastaran en gran medida a la población mundial que quedará después del arrebatamiento, Jesús vendrá con su poder y gloria, trayendo juicio sobre los malvados en la tierra y para establecer su reino milenial. 

miércoles, 1 de agosto de 2012

UN PERÍODO DE PAZ


Este período sigue la profecía de Daniel 9:27, donde explica que Israel establecerá un pacto con el príncipe pequeño de Daniel 9:26. Éste pacto consiste en un espacio de siete años o setenta semanas, donde el príncipe pequeño será su gobernante. Los detalles de este pacto no son muy claros, pero todo parece suponer que se trata de un pacto de protección. Israel ya no tendrá conflictos armados y el mundo estará en completa paz, mientras el cuerno pequeño, el príncipe que los regirá, no rompa el pacto. Cuando esto suceda, colocará su imagen el templo judío y exigirá que se le rinda culto (Mateo 24:15; 2 Tesalonicenses 2:3-4[1]). También dentro de este tiempo, el templo de Jerusalén que fue destruido en el año 70 d.C. será reconstruido, para cumplir la profecía de la abominación en el templo. Hecho bien marcado en Daniel 9:27, donde se predice que cesará el sacrificio, hecho apoyado por Daniel 12:11 que habla de la finalización de los sacrificios diarios. Obviamente los sacrificios no podían cesar sin haber sido reiniciados, y la reiniciación de los sacrificios requiere de un templo en Jerusalén. Nadie sabe exactamente en qué momento será reedificado el templo, pero es claro que estará en funcionamiento cuando comience este período de paz.
No obstante esta tranquilidad será intervenida por un ataque protagonizado por los enemigos de Israel al mismo. Éste es un hecho dramático descrito en Ezequiel 38 – 39. En la cronología de los sucesos escatológicos, Ezequiel 38, ubica este ataque en un período de paz en Israel; período que podemos analizar con el que se da después de haber hecho el pacto con el cuerno pequeño, o el príncipe que los gobernará. Este ataque, desafía todo el pacto de relaciones entre Israel y el príncipe. Pero debido a que se trata de un ataque sorpresivo, no habrá un ejército que los defienda de los invasores. En cambio, Dios interviene sobrenaturalmente para salvar a su pueblo y acaba con las fuerzas invasoras en una serie de catástrofes descritas en Ezequiel 38:18-23. Esta guerra destruye el período de paz y prepara el camino para el nuevo período final.


[1] Éste versículo nos habla claramente que este cuerno pequeño, y el período de siete años, debe de tratarse antes que la venida del señor. El propósito de 2 Tesalonicenses es corregir el error en Tesalónica de que le venida del Señor ya está, poniendo en claro que la gran apostasía y la venida del hijo de pecado, así como las señales que ya mencionamos al principio de esta investigación, preceden a la Segunda Venida de Cristo. En éste versículo, la resurrección ya está hecha, y ahora esperamos a nuestro Señor, con toda su gloria, para juzgar al mundo por sus obras.