Ya que los pecados de toda la humanidad han sido
perdonados en la ofrenda que fue Jesús de Nazaret, depende de nosotros el
demostrar la fidelidad que poseemos en su ministerio y propósito, cumpliendo
sus mandamientos y aceptando su gobierno en nuestras vidas. Siendo este el
caso, el propósito de la Segunda Venida de Cristo no es la de Salvación, porque
Él ya nos proveyó de ella, sólo debemos de aceptarla. El propósito de la
Segunda Venida de Cristo es el Juicio, y la condenación eterna de todos
aquellos que no lo aceptaron habiendo tenido la oportunidad; punto que
trataremos más adelante.
Ahora es preciso que entendamos esto:
La Segunda Venida de Cristo con el reino que lo sigue, es
el corazón mismo del progreso de las Escrituras y es el tema más importante de
la profecía del Antiguo Testamento. Los grandes pactos de la Escritura se
relacionan con el programa de Dios, especialmente los pactos con Abraham, Israel,
David y el nuevo pacto. Gran parte de la revelación de los Salmos y de los
profetas mayores y menores giran en torno a este gran tema. Los grandes libros
proféticos como Daniel, Zacarías y Apocalipsis centran su atención en el tema
de la Segunda Venida de Cristo y la consumación de la historia y el reino. Por
esta razón, la doctrina de la Segunda Venida en gran medida determina el total
de la teología del intérprete de la Biblia y justifica el intento de ordenar
detalladamente los sucesos proféticos que aún están por cumplirse a fin de ser
fiel a toda la revelación bíblica.
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